Alguna vez te asfixiaste con su aliento
O te abrazaste a sus labios para huir del frío
Tuviste ganas de tomar por asalto su vientre caliente
De levantar un mundo distinto en el valle de su espalda
Alguna vez quisiste defender tanto entusiasmo hasta con el último aliento.
Entendiste la violencia de los suspiros.
la justicia de su impactos, la fuerza de su tacto
y te dijiste que el mundo era una mentira.
Mentira el calor de una manta. Mentira la libertad de los mercados.
Mentira la gesta acabada de nuestro próceres.
Entendiste todo lo que no te decía, en sus suspiros.
El mundo que se levanta en el barro y las sonrisas de los niños,
El mar de sus lágrimas y los diques que lo contienen,
Quien se ha alzado contra los silenciosos paredones,
ha sido fusilado allí mismo o ahogado en el mar,
Quien se ha alzado seguirá sublevado.
en el mundo que se levanta en el barrio y las sonrisas de los niños.
Demasiado motivo saber que hay que defender hasta con el último suspiro,
el mundo que se levanta en el barrio y las sonrisas de los niños.
Tenerla al lado, a su aliento y a sus suspiros.
Que te digan compañero y amigo.
Demasiado motivo para hacer el intento.
Demasiado motivo para haber combatido.
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